lunes, 25 de octubre de 2010

LOS SECRETOS DE LA GUERRA DE IRAK



Tomado de El País.- WALTER OPPENHEIMER – Londres - Julian Assange, fundador de la página Wikileaks, ha defendido esta mañana en Londres la publicación de cerca de 400.000 documentos hasta ahora secretos sobre la guerra de Irak. Esta segunda publicación masiva de archivos secretos permite acceder “al detalle íntimo de esa guerra desde la perspectiva de Estados Unidos” y ha permitido saber que en ella murieron al menos 15.000 civiles más de lo que se creía hasta ahora.
Assange ha comparecido ante la prensa junto al profesor John Sloboda, de la organización Iraq Body Count, que lleva un registro de todas las muertes documentadas en la guerra de Irak, entre otros activistas y defensores de los derechos humanos. Assange recordó que “la verdad es siempre la primera víctima de una guerra”. “Pero los ataques a la verdad empiezan mucho antes que la propia guerra y continúan durante y después de que acabe la guerra. Con nuestra publicación de unos 400.000 documentos sobre la guerra de Irak, con el detalle íntimo de esa guerra desde la perspectiva de Estados Unidos, tenemos la esperanza de corregir algunos de esos ataques a la verdad que ocurren antes y durante la guerra y que han continuado mucho después de que la guerra acabara oficialmente”, declaró.
“En este material está documentada la muerte de unas 109.000 personas, incluidas entre ellas 66.000 civiles. Trabajando con el Iraq Body Count hemos llegado a la conclusión de que hay unas 15.000 muertes que hasta ahora no se habían documentado o conocido, de civiles que han muerto de forma violenta en Irak. Esa tremenda escala no debería volvernos ciegos ante la pequeña escala que hay también en este material”, proclamó el fundador y director de Wikileaks.
“Prometimos a nuestras fuentes -que en ocasiones han corrido riesgos enormes para conseguir este material- que les haríamos justicia intentando conseguir el mayor impacto político posible y, aunque no estoy seguro de que hayamos alcanzado el máximo posible, creo que estamos muy cerca”, añadió entre melancólico y satisfecho.
El profesor John Sloboda explicó que la muerte de estas 15.000 personas ahora desveladas gracias a estos documentos, “no son producto de grandes bombardeos, sino de pequeños incidentes en los que han muerto una o dos personas en cada uno de ellos y que han ido ocurriendo casi cada día durante todo el periodo de la guerra”. “Se trata de asesinatos premeditados, de disparos al azar desde vehículos, de ejecuciones, de matanzas en puntos de control. Esas son las pequeñas pero incesantes tragedias de esta guerra que estos documentos revelan con un detalle sin precedentes”, añadió.
“Ahora estamos en condiciones de asegurar que en total han muerto más de 150.000 personas desde 2003, de las que en torno al 80% eran civiles”, aseguró Sloboda. “Los medios ya habían informado de muchas de estas muertes, como las 35 que ocurrieron un día determinado en Bagdad. Pero estos documentos revelan que esas muertes ocurrieron en 27 puntos distintos y revelan también los detalles y las circunstancias de cada incidente y en muchos casos la identidad de las víctimas”, añadió. “Día a día y en secreto, los soldados de Estados Unidos en Irak han ido escribiendo informes sobre las muertes violentas que han provocado, que han presenciado o de las que han obtenido información. Fechas, horas, el lugar exacto en que han ocurrido, nombres, edades, profesiones de las víctimas… Todo está registrado en estos ficheros. Es muy bueno que se hayan registrado estos datos, pero es malo y no tiene ninguna justificación que se hayan mantenido en secreto durante tanto tiempo”, denunció el representante del Iraq Body Count.

martes, 18 de mayo de 2010

Escritores y drogas, ¿amigos para siempre?


Tomado de Lecturalia,Gabriella Campbell, el 18 de Mayo de 2010.

Existe un estereotipo, basado sobre todo en el escritor postromántico de finales del XIX y principios del XX, de escritor bohemio, cuya inspiración primordial aparece en momentos de abuso de diversas sustancias: sean éstas alcohólicas o alucinógenas (o ambas). Si bien nuestro sobrio (o por lo menos más sobrio que los locos años de la revolución sexual del XX, por ejemplo) nuevo siglo se llena de escritores que no dudan en afirmar que el uso de estupefacientes y alcohol no hacen sino entorpecer su trabajo (es interesante para esto leer el fantástico artículo de The Guardian, reseñado en Lecturalia, donde diversos grandes autores del momento daban sabios consejos para escribir: entre estos uno de los que más se repetía era el de mantener una férrea disciplina y evitar este tipo de embriaguez). Sin embargo, a día de hoy, el fastidio universal, ese spleen que atormentaba a los poetas malditos de fin de siglo, se ha convertido en una continuación del aburrimiento por la constante novedad, una habituación al cambio que se traduce en enfermedades diagnosticadas: depresión, ansiedad, manía. El opio y el hachís de los fumaderos bohemios evoluciona al Prozac y el Tranxilium. El heroinómano de hoy es un ser despreciado, marginal, pero el escritor dopado con antidepresivos es un superviviente más al fatal acto de la vida con o sin talento.

Más allá de esta necesidad de combatir el sehnsucht surgen aquellos que descubren nuevos caminos a través de las drogas alucinógenas. Tal vez uno de los más conocidos sea Philip K. Dick, que dedicó varias de sus obras, clasificadas habitualmente dentro de la ciencia ficción, al uso y abuso del LSD y derivados (léase, sin ir más lejos, sus novelas anteriores a 1970, que él mismo admitió haber escrito bajo los efectos de anfetaminas). Aldous Huxley escribió la influyente Las puertas de la percepción (que ha trascendido a diversos aspectos de la cultura actual, desde la música de The Doors a las películas de Stanley Kubrick) bajo los efectos de la mescalina. Y acercándonos aun más a nuestros días, encontramos a los herederos de los estadounidenses revolucionarios como Kerouac y compañía, y a los nuevos adalides del realismo sucio, como puede ser el archiconocido escocés Irvine Welsh, cuya obra más célebre, Trainspotting, se adaptó con gran éxito al cine. Las obras de Welsh, tanto la propia Trainspotting como Acid House o Éxtasis, centran sus argumentos alrededor de personajes adictos a diversas sustancias, y lo hacen de manera muy poco romántica; sus obras son más bien un estudio de determinado segmento de la población obrera que una apología o acusación contra las drogas. Además de múltiples “experimentos” mediante los cuales los escritores usan ácido, setas, pegamento o cualquier material alucinógeno para crear nuevas formas literarias, sin duda el compañero favorito de los autores es el alcohol. La absenta, el bourbon o el vino influyeron de manera potente en el mundo autorial: desde Edgar Alan Poe hasta Bukowski o Hemingway (quien llegó a afirmar que “un hombre no existe hasta que está borracho”). Podemos llegar a preguntarnos si estos autores hubieran dejado muestras literarias tan fantásticas de haber vivido una vida sobria y abstemia, o si su compañero de viaje acabó destruyéndolos sin dejarles alcanzar una genialidad superior que tal vez habrían tenido de habérselo dejado por el camino.

domingo, 2 de mayo de 2010

Quemar libros y bibliotecas, una afición atemporal

Tomado de Lecturalia: Víctor Miguel Gallardo el 2 de Mayo de 2010 en Actividades, Literatura

Sí, la bibliocastia (quema de libros) y la destrucción de bibliotecas (muy habitualmente mediante incendios provocados) ha existido desde prácticamente la invención de la escritura. Existen diferentes razones para querer borrar de la faz de la tierra documentos o los edificios que los contienen, siendo las más importantes las ideológicas, ya sean de índole política o religiosa. También, en ocasiones, se han destruido bibliotecas durante motines sociales, no del todo por error pero sí sin intencionalidad específica en el acto en sí.

Los egipcios fueron de los primeros en practicar con suma perfección el arte de la “destrucción de pruebas”. Salvando las distancias, fueron unos expertos en reescribir la historia: era tan sencillo como coger un punzón y borrar todas las referencias a tal o cual rey en muros de templos y palacios. Así, de algunos faraones no quedó, para la posteridad, ni el nombre (afortunadamente gracias a la arqueología hemos podido recrear reinados enteros, salvando del olvido a tantos y tantos desafortunados monarcas). Un ejemplo claro fue el de Amenhotep IV, más conocido como Akenatón, que tras impulsar el culto al dios Atón, prohibió el de Amón. Muchos historiadores cristianos llegaron a afirmar que Akenatón estaba, realmente, convirtiendo la religión egipcia en una religión monoteísta, y la cultura popular del siglo XX (a través de novelas y películas) ha afianzado esta percepción en el público. Nada más lejos de la realidad: la reforma de Akenatón respondía más a cuestiones políticas (acabar con el poder que detentaban los sacerdotes de Amón, entre otras muchas reformas) que religiosas. Muerto Akenatón, murió también su memoria.

Los romanos perfeccionaron esta técnica hasta límites insospechados, e incluso le dieron un nombre, el de damnatio memoriae (“destrucción de la memoria”), algo que el Senado podía determinar. Muchos fueron, incluso, los emperadores afectados (entre ellos los conocidos Calígula, Nerón, Domiciano o Cómodo), lo cual convertía en imperativo (aparte de la prohibición de pronunciar su nombre en público) la destrucción de todo documento u objeto que le hiciesen referencia, ya fueran documentos escritos (incluyendo inscripciones, poesía, textos históricos o simples actas contables), artísticos (pinturas o esculturas) o incluso monedas. Afortunadamente, y hablando de los libros, la existencia de varias copias ha permitido que conozcamos en mayor o menor grado la vida y obra de estos emperadores.

En la Edad Media, imperando el Cristianismo en Europa occidental, se satanizaron todos aquellos escritos que no estuvieran sujetos a lo que el Papado y la Iglesia consideraban adecuado. Era habitual entonces la quema de libros y documentos de gran valor por el simple hecho de haber sido escritos por paganos. Aunque hubo mecenas (como, sin ir más lejos, Alfonso X el Sabio) que impulsaron la traducción de obras árabes y judías de índole científica, lo habitual era que estos libros fueran destruidos. Ya no es que todo lo que sonara a Ciencia resultara inadecuado para la Iglesia: se destruyeron miles de documentos sin pararse a pensar siquiera en su contenido simplemente porque estaban escritos en un idioma ininteligible o porque tenían ilustraciones que podían recordar a prácticas prohibidas. Por ejemplo, un compendio de hierbas en árabe podía fácilmente ser identificado, a los ojos del clérigo de turno, como un libro con recetas de pociones mágicas; un tratado de geometría, en cambio, podía representar fórmulas arcanas y satánicas.


Ya en el siglo XX, hay que recordar la quema de libros escritos por judíos e izquierdistas durante el III Reich alemán, algo que el régimen militar chileno repitió treinta años después. Durante la Guerra de los Balcanes las tropas serbias destruyeron la Biblioteca Nacional de Sarajevo, un edificio sin valor estratégico ni militar pero que era un símbolo de integración en Bosnia, acabando con cientos de miles de volúmenes atesorados allí durante siglos. Al respecto del primero de estos hechos, es célebre la frase de Sigmund Freud al conocer que sus libros estaban siendo destruidos en Austria y Alemania:

¡Cuánto ha avanzado el mundo! ¡En la Edad Media me habrían quemado a mí!

Freud, que murió en el exilio en 1939, no podía saber cuando exclamó esto que, desgraciadamente, los nazis no se conformaron con erradicar la cultura germano-judía de las bibliotecas del país.

jueves, 25 de febrero de 2010

La Fotógrafa


Hoy amanecí con el cabello humedecido por el sudor, últimamente el calor en esta ciudad se está haciendo insoportable, felizmente en unos meses me iré de aquí para nunca más regresar, al menos eso espero.
Veo el reloj, me doy cuenta que es mas tarde que de costumbre para ir a trabajar, y por cierto no tengo ganas de ir, pero necesito el dinero, por lo que debo someterme al mal día que se hace cuando mi jefe se encuentra aquí, lo único que me anima a ir es, después de todo, poder ver a la fotógrafa.
Tomo el bus el que con gracia divina llega a su destino y procura dejarme, diez minutos antes de la hora de entrada y dos cuadras antes de llegar a la oficina, como así lo vengo haciendo durante esta última semana, camino con la ansiedad de verla otra vez, sigo adelante a paso apresurado, cuando cruzando la primera cuadra, aparece ella, me sonríe y hace un ademán con la mano como queriéndome saludar, le respondo saludándola de lejos, quizá un día de estos me atreva a dirigirme a ella. Con esta es la cuarta vez que sucede lo mismo, cada vez que la saludo, los latidos de mi corazón se aceleran, la respiración se me torna agitada y lo que siento realmente es una atracción muy fuerte.
Llego al trabajo y sin que me suceda algo interesante, procuro terminar el día no sin antes dejar de pensar en ella, así como también de buscar la manera de acercármele cuando la vuelva a ver. Estoy listo para ir a casa, agarro mis cosas y me voy pensando en que si tengo suerte la encontraré, y esta vez sí me acercare para hablarle.
Estoy a una cuadra de su trabajo y no puedo evitar sobresaltar un poco, me pongo un poco tenso, estoy a unos metros de pasar frente a ella; paso por su delante, y allí estaba ella sentada en su escritorio, sola como de costumbre, la saludo y ella con el mismo ademan me dice hola, sigo adelante y cuando siento haber pasado por la pintura enmarcada que se dibuja en mi mente de ella sentada escribiendo, ¿qué se yo?; por un momento dude seguir adelante, me detuve para regresar, di media vuelta y así lo hice, ingresando abruptamente a su oficina saludándola y preguntándole cuanto cobraba por fotografía, tratando de iniciar algún tipo de conversación y de esa forma conocerla un poco más, nos presentamos, su nombre es Ángela me dijo, no me quedó otra que confesarle el miedo que sentía acercarme a ella para conocerla ya que me pareció muy seria. En fin me despedí y ella quedo encantada conmigo, no era para menos hice el mejor esfuerzo para que tenga la mejor impresión sobre mí, caminando a casa no hice otra cosa que pensar en ese encuentro, para mí fue un verdadero triunfo haberla conocido; con el numero de su celular en mi poder, no dude en escribir: Hola para mí fue un verdadero placer haberte conocido, espero volver a verte pronto, cuídate mucho. Un beso.
Al día siguiente no se me ocurrió mejor idea que me saque unas fotografías, la busque directamente en su Studio, conversamos un poco, mientras me acicaló y luego de ello procedió a tomarme unas fotos, después de la sesión la cual no duró más de cinco minutos, paso a mostrarme las fotos que tenia, para escoger un par de ellas. Completamente solos en el Studio, y teniéndola tan cerca, le cogí de la mano y le dije lo mucho que me gustaba y que me parecía mentira haberla conocido, acercándola a mí y dándole un beso, ella me dijo que no era correcto, pero sin más que hablar, proseguimos, fue el beso más apasionado que había poder experimentado con alguien.
Ella, una mujer de por lo menos diez años mayor que yo, de rostro dulce, cabellos finos y de laceado perfecto, extremadamente delgada pero conservando todas sus curvas, con un cuerpo que muchas de las chiquillas con las que salía envidarían a su edad, el mismo que apenas se podía distinguir a través de su manera tan peculiar de vestirse, de falda larga y blusa escotada; y, por lo dicho por Ángela hace muchos años que no estaba con un hombre; cada vez que me besaba procuraba rosarme con todas las partes de su cuerpo hasta llegar al clímax, lo más excitante para mí era la sensación de hacer lo que hacíamos a la expectativa de que alguien llegara, siendo que esta tórrida relación duró más del tiempo esperado decidí no volverla a ver más pues supuse que le estaba haciendo mucho daño.
Luego de un tiempo, me la cruce por la calle pensé en saludarla, pero no me atreví estaba acompañada llevaba un niño en brazos y el tipo que estaba con ella la tenía tomada de la cintura, supuse era el padre del niño, no podre olvidar a la fotógrafa, supongo que con los pocos ratos que vivimos y con lo que me llego a decir de verdad me quiso, lamentablemente uno nunca está conforme con lo que tiene, siempre que veo esa foto la cual me tomo y dio inicio a conocernos te recordaré como la mujer más tierna y pura que conocí.

miércoles, 20 de enero de 2010

Guerra con Chile?

De mensaje de correo, recibido el martes, 19 de enero de 2010 3:51:43.- (Año 2015) La Corte Internacional de la Haya falla a favor. La razón y la justicia prevalecenVence la tesis peruana. Los abogados y autoridades peruanos celebran la decisión.
El Perú manda a las fragatas Villavicencio y Carbajal a reincorporar esa zona al Mar de Grau ALERTA MÁXIMA EN LA MARINA! En Chile la decisión de la Corte de la Haya no es bien recibida El presidente Sebastian Piñera ordena a las fuerzas armadas a defender íntegramente el mar de Chile Los radares de la Fragata Cochrane interceptan dos fragatas peruanas.
Toda la armada chilena se moviliza a la frontera norte Alerta Máxima! El almirante de la Cochrane ordena a las fragatas peruanas alejarse del mar chileno ante la negativa el almirante ordena abrir fuego contra las fragatas peruanas.
COMIENZA ASÍ LA SEGUNDA GUERRA DEL PACÍFICO...